El Karate como deporte es un excelente
sistema de educación física, porque pone en funcionamiento todos los sistemas de
cuerpo humano, favoreciendo y potenciando el buen funcionamiento y desarrollo de
las facultades físicas, como la estabilidad y equilibrio, la elasticidad,
coordinación, velocidad, potencia, etc. Con lo cual se consigue una actividad
muy completa e idónea para el desarrollo físico de la persona. El Karate además
trabaja simétricamente el cuerpo, cosa imprescindible para desarrollar las
facultades de ambos lados (derecha e izquierda).
El Karate tiene también otros objetivos, en el caso de los
niños, es muy importante como complemento y ayuda en sus estudios escolares,
pues enseña y entrena la concentración mental y disciplina, de considerable
importancia en cualquier faceta de la vida.
Asimismo esta actividad aleja a la juventud de las malas
costumbres y vicios, drogas, delincuencia..., etc.. Poniendo a la persona en el
buen camino en la época crucial de su vida, cuando está desarrollando su
personalidad y educación.
Por otra parte es muy interesante la canalización de la
agresividad que el Karate realiza en la persona, y en el niño especialmente.
Inevitablemente todos llevamos la agresividad en nuestro interior, por ella
misma no es mala. El problema es la mala canalización, es decir, cuando se
exterioriza descontroladamente, la mayoría de las veces sin ningún sentido,
siendo entonces cuando puede convertirse en violencia.
El Karate nos ayuda a evitar todo esto, ensañando a la
persona a controlar la agresividad y a no tener la necesidad de ponerse a prueba
con sigo mismo.
El Karate enseña a sus alumnos de forma básica y principal el
respeto mutuo, y el respeto hacia los demás, todo y cada uno puede tener sus
ideas propias y deferente creencias.
Por todo ello es muy importante el respeto, la tolerancia y
la comprensión, la colaboración y entendimiento en este mundo más adverso y
complicado.
El Karate es a más un excelente medio de defensa personal, en
especial para niños y mujeres que siendo quizás los más débiles físicamente,
pueden ser presa fácil para los delincuentes. Mejor nunca se tenga que utilizar
la defensa, pero si desgraciadamente nos vemos envueltos en algún caso crítico,
no dudaríamos en actuar.
Podríamos seguir anotando y realzando las aportaciones y
beneficios del Karate, pero el prestigio de médicos, entrenadores, educadores y
tantos otros profesionales dedicados a la investigación y a la docencia, que
avalan los hechos, evidentemente queda patente que el Karate es mucho más que un
deporte
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